Gestionar una reforma puede ser emocionante, pero también es fácil caer en la frustración cuando los plazos empiezan a desviarse. ¿Te suena? Lo que en teoría iban a ser tres meses se alarga a cinco. Y lo que parecía sencillo, acaba teniendo más capas que una cebolla.
Pero, ¿y si te dijéramos que hay forma de llevar el control de los tiempos sin volverte loco?
En este artículo te explicamos por qué se producen retrasos en las obras, cómo anticiparte a ellos y qué claves debes tener en cuenta para gestionar tu proyecto con cabeza… y sin estrés.
¿Por qué es tan difícil cumplir los tiempos en una reforma?
No es casualidad que las obras se alarguen. Hay una combinación de factores que, si no están bien gestionados desde el principio, generan cuellos de botella que se traducen en retrasos. Algunos de los más habituales:
- Retrasos en licencias o permisos administrativos
- Falta de coordinación entre industriales
- Cambios sobre la marcha en el proyecto o acabados
- Retrasos en la llegada de materiales
- Problemas técnicos no previstos (estructurales, instalaciones antiguas, etc.)
La diferencia entre una obra que fluye y otra que se atasca no está tanto en los imprevistos —que siempre existen—, sino en cómo se gestionan.
Claves para gestionar los tiempos de obra sin volverse loco
Aquí van algunos consejos prácticos que aplicamos en todos los proyectos que llevamos desde Buildpat:
1. Empieza con un cronograma realista
Nada de calendarios idealizados. El primer paso es aceptar que toda reforma requiere tiempo, y que es mejor planificar con márgenes que vivir con frustraciones.
2. Un solo interlocutor, múltiples soluciones
Cuantos más profesionales tengas que coordinar tú directamente, más probabilidades de que algo se descuadre. Trabajar con una empresa que centralice la ejecución y la interlocución te ahorra muchísimo tiempo (y nervios).
3. Pide checkpoints semanales
Un simple resumen de avances cada semana (por mail, WhatsApp o llamada) te permite tener visibilidad real del proyecto sin estar encima todo el día.
4. Evita cambios constantes
Modificar acabados, materiales o distribución una vez arrancada la obra suele ser sinónimo de retrasos. Intenta tomar las decisiones clave antes de empezar.
5. Deja un 10-15% de margen de tiempo
Por muy bien planificada que esté la reforma, dejar un “colchón temporal” es clave para no agobiarte si algo se retrasa unos días.
6. Asegúrate de que todos los industriales están coordinados
Fontaneros, electricistas, carpinteros… todos dependen unos de otros. Un buen coordinador se asegura de que no se pisen ni se esperen.
La importancia de un Project Manager o una empresa con visión global
Contar con un profesional que tenga una visión completa del proyecto es lo que marca la diferencia. En Buildpat, por ejemplo, actuamos como una figura de project management integral:
- Hacemos de puente entre cliente, técnicos, industriales y proveedores.
- Planificamos las fases de la obra para que todo encaje como un puzzle.
- Manejamos imprevistos con agilidad para evitar que un retraso arrastre todo el calendario.
- Y sobre todo, liberamos al cliente de tener que estar cada día tomando decisiones operativas.
Lo hemos visto mil veces: cuando el cliente intenta llevarlo todo, se agota. Nuestro trabajo es evitar que eso pase.
¿Y si no estás en Barcelona? Consejos para expatriados
Muchos de nuestros clientes no viven en Barcelona o están aquí por temporadas. Eso no significa que no puedan tener control.
Estas son algunas herramientas que usamos con ellos:
- Informes semanales con fotos y vídeos del avance
- Videollamadas en momentos clave (inicio, estructura, acabados, etc.)
- Tableros compartidos (Trello, Notion) para ver el planning y decisiones
- Contacto 24/7 con nuestro equipo por WhatsApp o mail
En resumen: puedes vivir una reforma sin estar físicamente presente… y sin perder la cabeza.
Conclusión
Gestionar los tiempos de obra no significa tener el control absoluto. Significa tener la suficiente estructura y visibilidad para no sufrir el proceso.
Con el equipo adecuado, una reforma no tiene por qué ser una pesadilla. Al contrario: puede ser una experiencia emocionante y satisfactoria.
¿Estás planeando una reforma y quieres evitar retrasos y dolores de cabeza?
Hablemos. En Buildpat gestionamos todo el proceso para que tú solo tengas que disfrutar del resultado.